Antes de entrar en materia conviene hacer unos pequeños apuntes históricos sobre el nacimiento de la Rama Lobatos y nuestras primeras Akelas:
La Rama Lobato fue fundada por Robert Baden-Powell en 1916, nueve años después de la fundación del Movimiento Scout, a fin de atender a los muchos niños que aún no habían alcanzado la edad límite para ser Scouts, pero que deseaban tomar parte en el Movimiento Scout. Baden-Powell pidió a su amigo Rudyard Kipling que lo autorizara a usar algunas historias del Libro de las Tierras Vírgenes. La historia de Mowgli y el ambiente de dicho libro fue utilizado como un marco de motivación para los niños.
Vera Barclay se unió al Escultismo en 1912, convirtiéndose en la primera Jefa Scout y más adelante, en 1915, se convirtió en la primera Akela, puesto que mantuvo durante quince años, también es considerada como fundadora de la rama Lobatos por su importante aporte. Su primer artículo sobre el tema fue publicado en 1915 en la revista Headquarters Gazette (entonces un boletín periódico de información a los dirigentes scouts) y se tituló: «Como puede una señorita educar lobatos». En esa reseña cuenta como fundó la primera Manada en Hertford, al noreste de Londres: Estaba de actividades con mi Tropa scout y un montón de muchachitos venían y nos interrumpían: «Señorita, si los scouts nos quieren, estamos listos.» Cuando vi a estos niños, pequeños y espabilados, saludar con los tres dedos pensé que algo debía hacerse por ellos. En su típico estilo directo, Vera terminaba el artículo diciendo: Si cada Jefe de Tropa es capaz de encontrar a una mujer para que se haga cargo de una Manada, se encontrará con que en el futuro el Escultismo será mucho más sencillo.
Y sobre el nombre de Akela:
En el escultismo, «Akela» es el nombre que conceden algunas asociaciones scouts al jefe de la manada de lobatos, conformada normalmente por niños de 8 a 10 años. Akela es el nombre de uno de los personajes de El libro de las tierras vírgenes (el libro de la selva) escrita por Rudyard Kipling. Akela es el jefe de los lobos de la manada de Seeonee, y es uno de los personajes que más importancia tienen en la formación de Mowgli a lo largo de la narración. También es la máxima autoridad dentro de la manada. Al comienzo del libro, toma la decisión de aceptar a Mowgli como uno más en la manada y nombra al oso Baloo y a la pantera Bagheera sus mentores en “las leyes de la selva”
Como ya relatamos en una entrada anterior: La revista “Lobato”, editada en San Sebastián entre 1964 y 1968
La primera guía española fue María Abrisqueta de Zulueta, quien hizo su promesa en San Sebastián como guía aislada de Inglaterra en 1929, cuando tenía 18 años. María, con un grupo de chicas mayores, formaron la Primera Compañía de San Sebastián y es de suponer que también fuera la primera compañía de España. Contagió su entusiasmo a sus compañeras de su equipo de hockey y crearon en San Sebastián dos Compañías con cuatro equipos cada una. En 1933 se constituyó a nivel nacional la “Asociación de Muchachas Guías” con los grupos de Barcelona, Madrid, San Sebastián, Málaga y Santander. Tras el estallido de la Guerra Civil desaparecen los grupos de Guías, para volver a renacer tras la contienda, ya que la orden-circular del ministerio de la gobernación que suspendió las actividades de los Exploradores de España en 1940 no decía nada de las actividades que realizaban las Guías, que mantuvieron en San Sebastián parte de sus actividades de forma que en 1946, Ana María de Olazábal refundó el Guidismo español, constituyendo de nuevo la Compañía de San Sebastián.
Por ello, Guipúzcoa contaba con un buen cuadro de jefas experimentadas que fueron un referente en la creación de las manadas de lobatos en las distintas Tropas masculinas a nivel nacional.
Las manadas de lobatos estaban dirigidas por una Akela y sus ayudantes recibían los nombres de Baloo, Bagheera… Eran normalmente chicas, (aunque en alguna Tropa también hubo chicos que ejercían de Akelas). Lo habitual era que las Jefas se hicieran cargo de las manadas de lobatos y los Jefes de los scouts y scout mayores.
En ésa línea, nuestras primeras Akelas aún recuerdan la asistencia a los CEP (Campo Escuela Preparatorio) en San Sebastián durante los primeros años 60… y esta historia, su presencia y aportación, todavía está por contar.